¿A ti también te ponen enferma los ángeles blancos?{Lilith}

Necesitaba salir fuera y tomar un poco de aire, ver tanto tiempo a ángeles blancos pasando por mi lado, hablando de lo bien que estaban haciendo su trabajo o echandome miradas de disgusto me ponía enferma. Ellos se hacian los buenos, según su mente eran los mejores porque estaban bajo las ordenes de Dios pero en realidad eran los peores de todos, siempre con su impecables historias y sin caer en la tentación. ¿No se daban cuenta que sin la tentación su vida no servia para nada? Pues parecía que no, solo los más listos sabiamos eso y al saberlo, caíamos siempre que podiamos en la tentación. Esa era la buena vida no siempre mirando de hacer cosas buenas y sin dejarse llevar. Todos ellos me ponían enfermos, eran tan patéticos.

Salí del castillo y me dirigí hacia el jardín exterior, allí podía estar sola sin ángeles blancos rondando y contandose entre ellos sus buenas obras. Cuando llegué, tal y como esperaba, no había nadie. Me dirigí hacia la fuente y toqué con mis dedos el agua.

-Id por allí, si le encontráis enseñadle como se crea una trampa de verdad-los demonios me obedecen y salen corriendo tras el ángel, esta escuela no me gustaba nada, muchos emplumados.
Cuando me quedo sola me llevo una mano a mi cintura y sonrío de lado, pichafloja...te voy a vencer...suspiro y empiezo a andar hasta llegar al jardín exterior, sonrío al ver a uno de los míos y me acerco a ella con toda la tranquilidad del mundo, aunque no vivía en esta escuela a veces me pasaba apra saber que tal estaban los míos y de paso reírme un poco de los emplumados.
-¿Pero que ven mis ojos?¿la lujuria sola?-digo sonriente mientras me acerco totalmente a ella.