In the Shadows (Altair)

Necesitaba un lugar tranquilo para pensar, dejar que mi imaginación volase sin límites, me gustaba imaginarme que mis ideas salian despedidas en todas direcciones cuando nadie intentaba reprimirlas, como estas coloridas y volátiles, dando giros y tumbos por el aire, trepando por los arboles y arrojándose de las copas mas altas para volverse livianas antes de tocar el suelo y ascender nuevamente, en aquel espectáculo de luces y sombras.

Deje caer mi nuca sobre mi espalda intentando vislumbrar asi el manantial de plata liquida alla en lo alto, ríos luminosos caian sobre el bosque dándole aquel aspecto lóbrego que a algunos tantos aterraba y que a mi en cambio tanto fascinaba, era perfecto para dejar volar mi sombría imaginación, tome mi cuadernillo que llevaba conmigo y un pequeno trozo de carboncillo entre mis dedos.
Dias atras habia estado en aquel mismo sitio, dibujando bajo aquel mismo árbol, suspire ampliamente sentándome sobre el suelo húmedo.

Mi mano comenzó entonces a bailar sobre el papel, con hábiles y largos trazos que prontamente comenzaron a tomar formas, lo que en un inicio fue una línea negruzca ahora era un obscuro paisaje, bufe sonoramente mientras daba la vuelta a la hoja dejando el dibujo inconcluso y comenzando con uno nuevo, casi habia olvidado que mi curiosidad podia ser como la de una pequena nina.

Algunas hojas muertas crujieron metros mas alla, donde la obscuridad devoraba a las personas, cubriéndolas como un fiel manto de invisibilidad. Observe hasta que los ojos me dolieron y tuve que levantarme, dejando el cuadernillo y el carboncillo sobre el suelo -¿hay alguien?..- cuestione al aire acercándome con lentitud, con un rostro impasible, de ojos caidos y mirada sosegada, seguramente se trataba de algun conejo de orejas caídas, sonrei ante la idea estirando el cuello para intentar ver mejor.

Mis ojos celestes centellaban como la intensidad de una hoguera, Apoye mi mano sobre un tronco de un fornido árbol, una rama se trozo contra mi peso, crujiendo melodiosamente para ser seguida por un coro de grillos, segui avanzando por entre los arboles sin saber bien a donde iba, las hojas muertas crujian bajo mis pies, mientras me perdia en la oscuridad.

Había salido a dar una vuelta. PEse a todo me dolía tener que ayudar a juzgar a todos aquellos que antes habían sido mis compañeros. Siempre pensaba en que algun dia alomejor yo seria así, con alas negras en vez de blancas...No, yo nunca caería tan bajo.

Caminé y sin darme cuenta me adentré en el bosque negro. Iba un poco por inercia y no me fijaba donde pisaba ni donde iba. Parecia un autómata. PEsaba en todo lo que habia en mi cabeza. Me daban lástima, pero a la hora de juzgarlos, yo me volvía imparcial. Miraba el interior y observaba sus intenciones...si no eran nobles o justas, todos morían...Era su elección.

Escuché la voz de una chica pero cuando llegué a un pequeño claro no vi a nadie. Pude vislumbrar un cuaderno de dibujo con el carboncillo y un paisaje a medio empezar. Lo miré extrañado y lo cogí entre mis manos. Eran dibujos realmente buenos.

Caminé buscando a la chica a la que había escuchado, seguramente aquello era de ella. Pude ver sus alas negras a lo lejos. Tenia poca suerte...de todos los angeles siempre acababa tompándome con los negros. Debería ser el angel de la mala suerte en otra vida.

Intenté ser amable pese a que ella era mi enemiga. Lo justo era devolverle el cuaderno.

- Te dejaste esto.-dije clavando mis ojos con severidad.

Segui caminando no muy segura hacia donde me dirigia, pero que mas daba.. en realidad me gustaba mucho ese lugar, era tan tranquilo y.. tan tenebroso. Suspire al no encontrar ninguna senal de vida a mi alrededor, tome un cigarrillo que llebaba en mi bolsillo, lo encendi y comenze a fumar un poco, pare relajarme un poco mas.

Ultimamente habia estado muy estresada, ya que no habia nada bueno que hacer por el castillo, nada de gente a quien molestar, todo estaba tan tranquilo.... pfff sentia nauseas al pensar en aquellos humanos que vagan por el sin saber realmente en el lugar en el que se habian metido.

Pude sentir que alguien me estaba observando, me di media vuelta un tanto a la defensiva y a lo lejos pude notar un luz blanca, entrecerre un poco mis ojos ya que la luz me habia dejado casi ciega, ya que habia sido muy fuerte.

No recuerdo la ultima vez, que habia visto un angel blanco, su voz me tomo desprevenida.. en verdad me estaba hablando a mi?. Camine hacia el sin quitarle la mirada de encima, se veia tan... misterioso?, sospechoso? quien era el?

Observe como me entregaba algo,un cuardeno, mi cuaderno de dibujos...
-Se puede saber de donde sacaste esto?- le dirije una mirada de reproche, arrebatandole el cuaderno de sus manos. Sus ojos se me hacian familiares, sabia que a el lo habia visto rondando por algun lado.. hize una mueca, mientras jugaba con el cigarrillo que llebaba conmigo en mi otra mano.

-Se podria saber que anda haciendo un luz blanca por estos alrededores?, acaso decidiste ser parte de nosotros?, descubriste que ser totalmente fiel a dios es una tarea aburrida?- sonrei ante mi comentario sin quitarle la mirada de encima

Sonreí cínico cuando arrancó el cuaderno de mis manos. Podía ser un ángel negro, pero la verdad es que se lo habia dejado olvidado. Debía hacerme una nota diciendo que olvidara ser amable con ellos.

- Lo recogí del suelo.-dije severo.

Aquella chica era igual de desagradable que los otros ángeles negros. Todos eran orgullosos, vanidosos y....desagradables. Clavé mis ojos en los suyos y devolví mi mano a su lugar, junto a mi costado.

- Las cosas que no existen no pueden ser descubiertas. Servir a Dios no es aburrido.-dije mirandola.- Además si estoy aqui es porque era el lugar más vacio...

Ni siquiera me habia dado cuenta de que estaba en el bosque negro hasta ese momento.